El método DFA o DUGGAN/FRENCH APPROACH
explora cómo hemos organizado nuestra experiencia en el cuerpo, y cómo los contenidos emocionales y mentales, creencias sobre nosotros mismos y sobre la sociedad, patrones y modelos aprendidos han contribuido a configurarlo.
A través del contacto físico en combinación con un movimiento ondulatorio, este método detecta los lugares en el cuerpo que cada persona mantiene fuera de su experiencia consciente, mediante la tensión física. Se exploran las diferentes opciones de movimiento y tensión para aprender a moverse y a expresarse con más libertad, apoyo y placer, y con menos esfuerzo y dolor. Los procesos y experiencias emocionales pueden ser integrados con el máximo de apoyo corporal posible.
¿Que es el DFA?
El DFA es una forma de terapia que consiste en la manipulación y educación del tejido conjuntivo. Se basa en el hecho de que el cuerpo humano es moldeable. Esta plasticidad del tejido permite liberar los componentes del cuerpo y reestructurarlos en torno a su eje vertical consiguiendo, así , y con ayuda de la gravedad, integrarlos en un todo completo y equilibrado.
La gravedad fluye hacia abajo a lo largo de una línea vertical y, a no ser que estemos bien organizados en relación a esta línea, estamos obligados a resistir constantemente esta tracción. Cuando nos afectan problemas físicas o emocionales perdemos el alineamiento apropiado con respecto a la vertical. El conflicto del cuerpo con la gravedad se manifiesta como dolor.
El dolor puede ser resultado de una lesión o simplemente el efecto acumulativo de las actividades cotidianas. Una persona que se pasa el día sentada en un escritorio puede desarrollar un conjunto de tensiones (patrón de tensión) en la espalda , nuca y hombros. Estas tensiones acumuladas, mas sutiles, pueden dar lugar a fatiga, incomodidad o una mala estructura.
Otra forma de vivenciar este conflicto es a nivel emocional. El dolor a menudo se expresa como ansiedad, frustración , insatisfacción o depresión. Un buen apoyo y un buen equilibrio, en cambio, permiten un movimiento integrado en el campo gravitatorio de la tierra y en nuestras relaciones sociales y familiares.
Nuestro cuerpo refleja nuestra historia personal, ya que cada persona desarrolla su propio patrón de tensión a causa de la postura que imitamos por ejemplo de nuestros padres y expresando corporalmente nuestro sistema de creencias.
Mediante suaves manipulaciones físicas, el DFA trabaja con el ser humano, en su totalidad, a través del alineamiento de las distintas partes del cuerpo y la integración de los diferentes aspectos de la persona.
Los beneficios son una mejor postura, mayor vitalidad, mas flexibilidad y capacidad de respuesta, menos estrés y conflicto y la elegancia y gracia de un cuerpo bien equilibrado, así como una presencia mas segura y dinámica.